Los niños viven en un mundo de adultos, construido por adultos para satisfacer necesidades de adultos. Ellos lo saben bien, ya que es evidente que ni las casas ni los muebles, ni las oficinas y calles de nuestras ciudades han sido pensados para ellos, y todo el tiempo se les está diciendo que no vayan por ahí, que no toquen eso, que no hagan ruido, que se comporten de una buena vez! Sin embargo, los niños son tal vez los seres más libres y más imaginativos que habitan este mundo, y no está mal que los adultos tengan eso en mente cuando construyan edificios que serán usados por ellos. Esta serie de fotografías es una muestra de diseños arquitectónicos pensados para que los niños se sientan como en su casa.